Ante la pérdida de un diente, la mejor solución es siempre un implante. Por un simple motivo: al imitar la raíz de un diente natural, se evita la atrofia del hueso y se garantiza la preservación de los dientes adyacentes.

En definitiva: te ahorrarás futuras complicaciones.

En general, existe una gran confusión sobre los implantes: se tiende a pensar que son procesos invasivos y dolorosos. Pero en la mayoría de los casos esto no es así: hoy en día, las intervenciones que se realizan son mínimas y apenas provocan leves molestias.

IMPLANTOLOGÍA 3D

Es la técnica más rápida y menos invasiva de colocación de implantes. 

Mediante el escáner intraoral y la tecnología CBCT, obtendremos un registro completo en 3D de tu boca con el que elaboraremos una férula guiada.

Esta férula se ancla sin necesidad de cirugía y nos permite colocar el implante inmediatamente.

IMPLANTES CON POCO HUESO

Gracias a los avances en implantología es poco común, pero hay casos en los que, debido a alguna patología, se pierde tejido óseo y no hay espacio donde colocar un implante.

Cuando esto ocurre, hay que recuperar el hueso mediante técnicas de regeneración o injertos. 

Es un proceso un poco más delicado de lo habitual, pero, con las técnicas de planificación de las que disponemos en la clínica, no tendrás de qué preocuparte.